Los días 04 y 05 de enero pasados se celebró en el hotel Marriott, organizada por la Universidad del Desarrollo, la Primera Jornada de Patología Borderline, que contó con la presencia de los renombrados especialistas Otto Kernberg y John Clarking.
Estos doctores ofrecieron sus conocimientos acerca de la Transference Focused Therapy (TFP, Terapia Centrada en la Transferencia), que ha tenido probada eficacia en el tratamiento de pacientes con estructura de personalidad limítrofe. Dicha metodología se basa en el establecimiento de un encuadre constante, de forma que cualquier transgresión a éste, es interpretada como parte de la transferencia del paciente.
El Dr. Otto Kernberg hizo especial énfasis en la necesidad de interpretar cada conducta del paciente, así como en la importancia de una frecuencia mínima semanal de dos sesiones, en pos de fortalecer el vínculo terapéutico, que una vez más, asoma como el pilar sobre el que se erige el proceso psicoterapéutico.
Al preguntar a los doctores acerca de la utilidad de esta propuesta de tratamiento en otros trastornos de personalidad (según clasificación DSM IV), éstos comentan que no han realizado estudios al respecto; sin embargo, aseguran que la TFP ha demostrado su efectividad en personalidades de estructura limítrofe (según la clasificación de Kernberg).
El Dr. Clarking destacó la necesidad de analizar además la contratransferencia del terapeuta, motivada por el paciente, en una situación de encuadre constante. El Dr. Kernberg comentó al respecto, que lo importante no es por qué el terapeuta experimenta cierta contratransferencia, sino qué hace el paciente para provocarla.
Sin dudas fue una experiencia única. Personalmente agradezco a los doctores su dedicación y genialidad al exponer sus teorías y experiencia de una forma empática y dinámica.
Estos doctores ofrecieron sus conocimientos acerca de la Transference Focused Therapy (TFP, Terapia Centrada en la Transferencia), que ha tenido probada eficacia en el tratamiento de pacientes con estructura de personalidad limítrofe. Dicha metodología se basa en el establecimiento de un encuadre constante, de forma que cualquier transgresión a éste, es interpretada como parte de la transferencia del paciente.
El Dr. Otto Kernberg hizo especial énfasis en la necesidad de interpretar cada conducta del paciente, así como en la importancia de una frecuencia mínima semanal de dos sesiones, en pos de fortalecer el vínculo terapéutico, que una vez más, asoma como el pilar sobre el que se erige el proceso psicoterapéutico.
Al preguntar a los doctores acerca de la utilidad de esta propuesta de tratamiento en otros trastornos de personalidad (según clasificación DSM IV), éstos comentan que no han realizado estudios al respecto; sin embargo, aseguran que la TFP ha demostrado su efectividad en personalidades de estructura limítrofe (según la clasificación de Kernberg).
El Dr. Clarking destacó la necesidad de analizar además la contratransferencia del terapeuta, motivada por el paciente, en una situación de encuadre constante. El Dr. Kernberg comentó al respecto, que lo importante no es por qué el terapeuta experimenta cierta contratransferencia, sino qué hace el paciente para provocarla.
Sin dudas fue una experiencia única. Personalmente agradezco a los doctores su dedicación y genialidad al exponer sus teorías y experiencia de una forma empática y dinámica.